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Su misión es atender -de manera personalizada, eficaz y efectiva, a través del diagnóstico, la orientación, el tratamiento y el seguimiento- la población adulta con trastornos mentales severos y trastornos mentales de baja complejidad, con la colaboración de la atención primaria. Finalmente, aparentemente el Ecuador se encuentra en un momento favorable en lo político y con la fortaleza técnica que se requiere para poder implementar un modelo de SMC integrado a los centros de APS, aunque aún sean escasos los recursos financieros destinados en este ámbito y continúe prevaleciendo un modelo biomédico asistencialista y de hospitalización. Como creemos haber mostrado en este trabajo, pese a las dificultades y necesidades señaladas, el principal resultado es que una nueva perspectiva de SMC y APS es posible si se tienen como referentes teóricos, metodológicos y praxiológicos los postulados de la medicina social, la salud colectiva y la IAP, tal y como lo evidencian diversos estudios realizados en otros países de la región (17, 18). Con estos antecedentes, el objetivo específico de este manuscrito es realizar una reflexión conceptual que permita abordar la integración SMC a la APS, su complejidad, desde una visión crítica, remarcando el papel fundamental que las universidades pueden aportar a la mejora de la atención en salud desde el ámbito de las prácticas preprofesionales y la vinculación con la colectividad. Para abordar desde esta perspectiva las prácticas social-comunitarias en el campo de la salud, nos apoyamos en la rica producción teórica del movimiento de Medicina Social/Salud Colectiva Latinoamericano.
Este artículo tiene como objetivo explorar en profundidad qué es la salud mental comunitaria, su importancia social, y cómo su implementación y práctica pueden generar cambios positivos en las comunidades. A través de un análisis detallado, abordaremos conceptos clave, objetivos, y estrategias relacionadas con la salud mental dentro del marco comunitario. A medida que avancemos, destacaremos el papel crucial que desempeñan las políticas públicas, los profesionales de la salud y los propios miembros de las comunidades en la construcción de un futuro más saludable y equilibrado.
Formación
Su propósito es mejorar el acceso a los servicios de salud mental, fomentar la prevención de trastornos mentales, y promover el bienestar emocional y psicológico de los individuos en su entorno cotidiano. Este enfoque se aleja de la tradicional atención centrada únicamente en el paciente en un entorno clínico, y en su lugar, aboga por el desarrollo de redes de apoyo social y programas de intervención en la comunidad. Las mujeres consumidoras de drogas se enfrentan a grandes desafíos en el acceso y la adherencia al tratamiento ambulatorio.
Efectos del estrés en el bienestar emocional y físico: soluciones
Finalmente, las motivaciones de las mujeres para vincularse al tratamiento se relacionaban con la adquisición de habilidades para desarrollarse social y personalmente. En general, las participantes hacían alusión a estabilizarse y conseguir una abstinencia absoluta del consumo de sustancias, con el objetivo de mejorar la calidad de vida y las relaciones sociales. Es un área apenas incipiente en comparación con su comprobado potencial en los sistemas de salud internacionales. Esto debido a la prevalencia aún, de la visión de un modelo biomédico, visión que se viene arrastrando desde el siglo pasado. Las deficiencias a nivel sanitario que presentaba este enfoque hacen que surjan en primer lugar el de la Prevención de Enfermedades y posteriormente el de la Promoción de la Salud.
Dichas reticencias parten de planteamientos epistemológicos biomédicos, tecnificados, asistencialistas y hospitalocentristas que tienden a la fragmentación de la asistencia, la reducción de la complejidad de los padecimientos subjetivos, nosografías estancas y, en definitiva, el entendimiento de los trastornos mentales programas de apoyo psicológico gratuito Barcelona como un producto sociogenético4. Gracias a este proyecto se prestó ayuda de atención psicológica individual, familiar y comunitaria a varias poblaciones de zonas rurales y periurbanas a las que las ayudas no habían podido llegar desde la catástrofe, brindando así la posibilidad de que la población tuviera la oportunidad de expresar sus emociones, vivencias y obtener una escucha activa y primeros auxilios psicológicos. En lo que aquí nos compete, la SMC y la APS, hay que decir que la ULEAM comenzó a trabajar en el territorio en el marco del desastre mucho antes que el proyecto comenzara, sin embargo, al ser una situación para la cual no estaba preparada, la atención a la población afectada se hizo lo mejor que se podía y aprendiendo sobre el proceso, se fue estructurando una relación de ayuda, centrada en la asistencia en emergencias.
Community mental health, primary health care and health promoting universities in Ecuador
Al final, esperamos que los lectores puedan comprender mejor la esencia de la salud mental comunitaria y su relevancia en la sociedad actual. La salud mental comunitaria se ha convertido en un término vital en la conversación sobre el bienestar social, especialmente en un mundo que enfrenta constantes cambios. A medida que la vida diaria se torna cada vez más compleja, las comunidades se ven afectadas por diversos factores que pueden comprometer el bienestar emocional de sus miembros. Desde situaciones económicas adversas hasta el estrés social, los desafíos para la salud mental son vastos y requieren una atención y un enfoque específico. En este contexto, la salud mental comunitaria no solo aborda problemas individuales, sino que también promueve un entorno que fomenta un estado de bienestar colectivo.
En esta línea, las mujeres manifestaban la necesidad de un trabajo terapéutico más continuado para enfrentarse a situaciones de riesgo de recaída. La mayoría de las participantes demandaba que existiera la posibilidad de tener acceso a un servicio específico, vinculado a la “emergencia”, para evitar situaciones de crisis. De acuerdo con esta necesidad, se proponía como opción un soporte telefónico para tener mayores posibilidades de atención en situaciones que requieren apoyo emocional, muchas veces escaso en su entorno. En relación con la intervención individual, las participantes expresaban la necesidad de tener un seguimiento más intenso por parte de las y los profesionales terapeutas (psicólogas y psicólogos). En general, las participantes expresaban que eran atendidas una vez al mes como media, percibiendo que esta atención y apoyo era insuficiente, por lo que la mayoría sentía la necesidad de que las visitas fueran con mayor frecuencia y duración. Respecto al tratamiento en el CAS, once de las participantes situaban el alcohol como la droga principal del motivo de consulta, entre las cuales seis asociaban este consumo con la cocaína.
Perspectiva de la centralidad de la persona usuaria del servicio en la atención de los problemas de salud mental
Consecuentemente, no solamente implica un cambio en las condiciones de salud, sino que también puede ser relevante su contribución al desarrollo social y económico-global de las naciones(29). Educando a la comunidad sobre la importancia de la salud mental y cómo abordar el estrés y la ansiedad, podemos prevenir problemas más graves en el futuro. El conjunto de servicios ofrece atención especializada en el ámbito de la salud mental para niños, jóvenes y adultos de estos sectores mediante acciones preventivas, terapéuticas y rehabilitadoras. Las participantes identificaban importantes dificultades para pedir ayuda que relacionaban estrechamente con la estigmatización.
- Para ello se promueve el desarrollo de los servicios de APS y la coordinación entre estos centros y el segundo nivel de atención, facilitando el proceso de desinstitucionalización (3).
- Imprimir ] En las líneas que siguen intentaremos capturar, en un espacio relativamente reducido, algunas de las ideas y características básicas que definen a la Psicología Comunitaria (PC) como concepto teórico y como campo de intervención.
- En este se ofrece una atención especializada, sanitaria y social, a personas consumidoras de drogas, tanto a nivel individual como comunitario.
- Se crearon unidades de salud mental en los hospitales generales y se cerraron o reconvirtieron los grandes hospitales psiquiátricos.
- Desde la salud comunitaria, con perspectiva de determinantes sociales, solo puede entenderse la producción de salud mental si existen las condiciones materiales y sociales que faciliten vivir una vida digna.
- En otras palabras, lo que verdaderamente estamos queriendo exponer es que “trabajamos en una propuesta para incrementar el estadio de sanidad de una sociedad o un colectivo”(1).
Desde la salud comunitaria, con perspectiva de determinantes sociales, solo puede entenderse la producción de salud mental si existen las condiciones materiales y sociales que faciliten vivir una vida digna. Esto incluye el acceso a la vivienda y a un empleo de calidad, a relaciones y a espacios sociales significativos, pero también a la participación efectiva en espacios comunitarios de construcción de autonomía3. El tratamiento asertivo comunitario es un modelo integrado de atención de salud mental basado en la evidencia que ha demostrado su efectividad sobre los modelos estándar de gestión de casos para reducir la gravedad de los síntomas en las personas sin hogar con enfermedades mentales graves14, 29. Entre las buenas prácticas de atención integrada de la salud mental basada en la comunidad con pruebas menos concluyentes se incluyen el tratamiento asertivo flexible en la comunidad y el tratamiento integrado de trastornos duales16.
El CHM Les Corts dispone también de un ámbito dedicado a formación, docencia e investigación en salud mental. Seis de las entrevistadas tenían hijas e hijos menores, entre las cuales dos habían sido intervenidas por el Equipo de Atención a la Infancia y Adolescencia (EAIA). Doce de las participantes verbalizaron haber recibido algún tipo de violencia (física, psicológica o sexual) producidas en el seno de una relación sentimental. Se plantea la necesidad de intervenir con este colectivo dada la alta prevalencia de casos y el riesgo que plantean por el consumo de fármacos demandados, así como por el aislamiento que presentan dentro del núcleo familiar y en el entorno. Estas mujeres presentan un perfil de entre los 50 y 65 años, amas de casa, casadas y con hijos emancipados.
Por lo tanto, la práctica basada en la evidencia y el modelo de recuperación son dos enfoques que pueden combinarse para mejorar la calidad de la red asistencial. El Servicio de Rehabilitación Comunitaria forma parte de la Red de Salud Mental y Adicciones de la Fundació Sanitària Mollet y es un modelo de atención transversal, territorial y participativo, integral y comunitario orientado a la promoción de la salud, a la reducción de riesgos, a la prevención terciaria, y a la cultura de la autodeterminación de las personas con problemas de salud mental. De acuerdo con Gofin y Gofin(2), se puede definir la salud comunitaria como la salud individual y de grupos en una comunidad definida, determinada por la interacción de factores personales, familiares, por el ambiente socioeconómico-cultural y físico. Por otra parte Restrepo-Vélez(3) comenta que la salud comunitaria incluye un pensamiento social de la salud, que tiene en cuenta la esfera social en que se producen los fenómenos de salud-enfermedad en los niveles microsocial y macrosocial; por lo que debe integrar la participación de las comunidades, instituciones y restante sectores en la toma de decisiones(3).
